La Justicia Fiscal tiene un papel crucial en la reducción de las desigualdades sociales y en la consecución de una justicia social, económica, de género y medioambiental.
El sistema tributario es una de las bases esenciales de la redistribución de la riqueza y la disminución de la desigualdad social y territorial.
La fiscalidad justa es una herramienta básica para garantizar que se cubran los servicios públicos de calidad y mecanismos de protección social para toda la ciudadanía.